El test de Hidrógeno espirado es una prueba no invasiva, no dolorosa, que permite diagnosticar mala absorción de ciertas sustancias (fundamentalmente hidratos de carbono complejos, como lactosa, sacarosa, sorbitol y fructosa).
Estas pruebas se realizan mediante la medición de hidrógeno en aire espirado, permitiendo la medición del mismo, que es un reflejo de la cantidad de hidrógeno formado por la flora intestinal tras haber ingerido previamente un tipo de azúcar.
Los resultados de esta prueba permitirán saber el grado de tolerancia a estas sustancias, (fundamentalmente hidratos de carbono complejos, como lactosa, sacarosa, sorbitol y fructosa).
Del mismo modo, mediante esta medición del Hidrógeno espirado, podemos valorar la existencia de sobrecrecimiento bacteriano y medir, mediante el test de lactosa, el tiempo de tránsito entre la boca y el ciego.
Estos test son pruebas que se realizan en consulta, no siendo dolorosas, y careciendo de riesgos relevantes. No obstante, si el paciente es intolerante, puede notar molestias leves (gases, tendencia a la diarrea, pesadez, hinchazón abdominal,….) que en todo caso suelen ser pasajeras en pocas horas, y que pueden ayudar a establecer el diagnóstico. Las pruebas consisten en soplar en una máquina a intervalos de tiempo regulares tras la ingestión de una dosis de ciertos azúcares. La duración vendrá determinada según el tipo de test a realizar.
Para realizar la prueba deberá acudir a la consulta habiendo cumplido meticulosamente la indicaciones de la Preparación.